Al mensajero
tres años hemos esperado tenazmente
con la mirada atenta
a los pinos, la playa y las estrellas.
Mezclados con la reja del arado o la quilla del barco
intentamos hallar la semilla primera
para que vuelva a empezar el primitivo drama.
Hemos vuelto maltrechos a nuestras casas
con desmayados miembros, con las bocas resecas,
sabiendo a sal y a herrumbre.
Al despertarnos la ruta era hacia el norte,
extranjeros sumidos en una niebla alada de cisnes impolutos que
nos hieren.
En las noches del invierno nos enloquecía el potente viento
este
y en verano nos perdíamos en la agonía el día que ya no podía
morir.
Tan sólo hemos traído
estos cuadros de un arte miserable.
GIORGOS SEFERIS (1900 - 1971) Grecia
Publicado en la revista La Urraka 29
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