(Al Laud)
I
Laúd, ¡bendito instrumento
con doce cuerdas sonoras,
todas ellas trovadoras
que echan sus voces al viento!
Debajo del firmamento
al escuchar su sonido,
hasta se embriaga el oído
con sus trinos palpitantes,
que invitan a los danzantes
a echar penas al olvido.
II
En su cuerpo de madera
la sonoridad anida,
es un afluente de vida
por adentro y por afuera.
No toca el laúd cualquiera,
se ha de saber manejar,
primero se ha de templar;
y cuando ya esté afinado,
con un mimoso trinado
sus cuerdas acariciar.
III
De su alma saldrá una danza
melodiosa de su trinos,
y por todos los caminos
se oirán notas de esperanza.
Su son auspicia bonanza,
sosiego y tranquilidad;
y en honor a la verdad
el laúd te va alegrando
mientras que lo estás tocando,
es la pura realidad...
Manuel MEJÍA SANCHEZ-CAMBRONERO DESDE CIUDAD REAL (LA MANCHA DEL QUIJOTE),
Publicado en Malaras y curiosidades
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