domingo, 4 de noviembre de 2018

PIEL TRÉMULA


Es tu soledad la que me seduce,
el silencio atronador de tu profundidad.
No puedo aguantar
por más tiempo la respiración,
mis pulmones son sólo cuevas
que cobijan un vacío inerte.
Mis poros tienen sed
y vuelven mi piel trémula,
deseo tus caricias frías
y que apagues todos mis soles.
Me ahogo en este medio,
tan liviano,
tan adúltero.
Mi alma me pide mudar mis sueños
a ese cielo tan denso,
tan mío,
tan dentro de mis recuerdos.
Quizá debí haberme quedado
sintiendo el escozor de tu sangre.
Quise sentir mi pies
en la tierra enredados,
el sol a este lado del espejo,
los cantos y las voces
que tantas veces oí lejanos.
Quise sentirme parte
de este mundo de sangre caliente,
del ruido que a veces es música,
de unos labios ardientes.
Pero aquí me siento desnudo,
la multitud me aplasta,
me habla sin parar el viento que pasa.
Me llevo en mis recuerdos
lo profunda y fría
que se muestra la noche,
tu sonido como truenos a lo lejos,
la juventud insolente de los ríos,
venas de tu alma.
Esto me llevo.
Me llevo esto y te llevo a ti
entre mis letras,
letras que ahora serán burbujas,
perlas de cristal.
Si te acercas,
si encuentras el valor de acercarte,
desnuda tus pies
para sentir mis caricias
y déjame siempre una lágrima.´

JOSÉ MANUEL BARELLO

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