CRISTO DE PACHACAMILLA

Hoy, repaso tu historia y tus lindas trayectorias,
tu efigie, sismo limeño y las aclaratorias.
Te nombraron, en Lima, El Señor de los Temblores,
por tus grandores, te siguen fieles seguidores.
Cristo de Pachacamilla, Santo milagroso,
te evoco acucioso, feliz en tu día hermoso.
Recuerdo asombroso mirar, cabecitas blancas
tus palomas blancas, con lindas mantillas francas,
con togas moradas sobre sus siluetas quietas.
¡A mi memoria llegas pronto con manos grietas
muy inquietas, haciendo milagros ágil nos retas
todas tus bellas violetas, que cantan repletas
de devoción como poetas; y grandes trompetas
resuenan tiernas completas en tus plazoletas.
Cristo de los Milagros, nuestra esencia tu aquietas.
A tus fieles profetas, excelencias decretas,
con maravillas discretas y buenas historias
que cantan tus victorias y ostentosas euforias.
Mar morado-gentío te enaltece dilecto,
admirado y predilecto te expresan afecto
arquitecto de sus almas con devoción selecto;
hincados de rodillas, te muestran su respeto
avanzan su trayecto por las calles limeñas.
Recuerdo dulces sabrosos Turrones de Doña
Pepa en tu honor, hechos por una mujer limeña
tu venerable presencia la sanó, nos preña
con emoción atender milagros sin ponzoña.
Recuerdo los anticuchos, aromas a incienso,
intensos lirios blancos y vendedor inmenso.
¿Cómo no recordar toda mi gente peruana
y al turista peregrino que viene y se hermana?
A nuestro Cristo de Pachacamilla reclama,
alma humilde los desvalidos piden clemencia,
borra carencia-dolencia, sufrir mucha inconsciencia
sin clemencias, hay tendencias a la malquerencia.
Bendice siempre nuestras vidas, nuestras vivencias
danos paz sin turbulencias, amor y paciencia
para amar, razonar y ver nuestros semejantes
caminantes de la vida y del amor amantes.
Cristo Morado, Santo Cristo, Cristo Moreno
o Señor de los Milagros, ser tan milagroso
cuídanos con tu destello asombroso y muy brioso.

 Rosa Elizabeth Chacón León -Estados Unidos-