Arrastrada entre la bruma
de tus besos y caricias
soy ciega, sorda y muda
sin sospechar malicias
sólo creo en tu entrega
y tus manos que me tocan
suaves como espuma.
Aferrada a tu cintura
el tiempo se va, perece
eres pasión y aventura
sólo tu piel en mi piel
todo lo demás se esfuma
mi corazón te pertenece
ya no soy yo, soy tuya.
Una tormenta se dibuja
en tus bellos ojos negros
me estremece y empuja
hacia tu boca y tus adentros,
hacia el vendaval de tu locura
donde estremeces mi cuerpo
donde mi carne es tu deseo.
Isabel Domínguez Castro -México-
No hay comentarios:
Publicar un comentario