Imaginaba estar contigo a solas,
inventando el momento y las caricias,
esas mismas que envidian tus codicias,
por el flujo de tu escarcha y mis olas.
Tus silencios me inspiran; descontrolas...
las sacudidas de tu orgasmo y gracias
al empuje de nuestro amor no asocias,
el crudo éxtasis que siempre arrebolas.
Sólo te vislumbraba en verdes sueños,
cuando te arrebujaba sin tus miedos,
gozando de tus ojos que son dueños,
que al desear nos demudan sin denuedos.
Tanto sexo con ásperos empeños,
cuando me acariciabas con tus dedos.
Emilio Moreno
No hay comentarios:
Publicar un comentario