a Sasha.
No me perturbes silencio
que eres, también, relativo
como la mano que tiembla,
como el miedo y el olvido.
Escucha caer la lluvia,
moja tu ausencia en el viento,
permite que tu desierto
invite a latir al sonido
donde se pierde la noche,
donde cesa lo prohibido
No me perturbes silencio,
víveme como te siento,
en el umbral de la aurora
despertando a los sentidos
que se aferran al misterio
tras la huella del destino
Sin saber porqué ha venido,
ama su paso al camino,
peregrino de delirios,
para aquellos confundidos
entre alborotos y ruidos,
asustados por tus ecos
donde ahora, yo, me anido.
Guillermo Sánchez
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