RECOSTADO EN MI REGAZO

Amor mío,
De tiempos inmemoriales en la latitud del viento han vivido el desamor, la soledad y el olvido.

Pero también, amor mío,
en el aroma del tiempo,
ha pernoctado el olfato,
del amor que huele a besos,
que sabe a vida,
en la entrega efervescente de tu alma y la mía.

Tu aroma y tu piel erguida,
de siempre, tienen la miel de la vida.
Sabor a festín de reyes,
a principados y olivos,
cual los húmedos encuentros,
de caracolas de fuego,
en arreboles sin celo.

No abandones, amor mío,
mi cabeza en otro seno,
no detruyas el escollo donde has bebido la vida,
donde se cimbran tus liras,
tus labios y tus resuellos.

He nacido para amarte,
y en mi etérea iridiscencia,
cabalgo sobre tu alma,
sobre tus ojos de miel,
príncipe de vendavales,
recostado en mi regazo.

Hortencia Aguilar Herrera -México-