sábado, 23 de junio de 2018

PARADOJAS


Nos sucede a veces que peleamos tanto, amamos con el corazón en llamas, y nos queda la duda, el adiós inconcluso, saber si estamos vivos más allá de una foto o una cruz en nuestros pechos, o si ya fuimos muertos por la prisa y la cobardía, por no saber mirarnos ni mirar con el alma despuntada en un abrazo.

Pareciera ser que huimos con la vida en un puño cerrado. Nos escondemos de esta vasta tierra para refugiarnos en un cielo gris donde hasta los ángeles caen como árboles calcinados. Es el fin de los tiempos.

No existen los minutos, menos las horas y su acostumbrado retorno a la nostalgia. Queda el bullicio de las calles para agitar las penas y cruzar los brazos, sentirse a tono con el olvido, y aparecer rodeado de una minúscula ración de polvo y barro del que fuimos hechos sin saber cómo ni cuándo.

Germán Rodríguez Aquino 

No hay comentarios:

Publicar un comentario