No soy poeta, ni estudié literatura,
mi pluma escribe solamente lo que mi alma siente,
con la tinta de mi sangre.
Desde niña me gustó la "Poesía"
Un día tomé un papel cualquiera y un lápiz escribí un poema a mi Madre
lo recité en público en una celebración.
Mi sorpresa fue tan grande que todo el mundo se puso de pie para aplaudir,
miré a Mamá con sus ojos llorosos y me emocioné tanto hasta las lágrimas.
Ese día me di cuenta que no sólo me gustaba recitar poemas, me gustaba
también escribir y soñar con un mundo de fantasías y eché a volar la imaginación.
Seguí escribiendo pequeños versos en mis cuadernos de adolescente que aún guardo celosamente como un tesoro, con sus páginas amarillas por el paso del tiempo.
En el colegio a escondidas le escribía en su cuaderno a mi compañero de clases, mi primer y único amor que aún guardo en mi memoria, solo sueños nada más.
Escribía y escribía versos lindos que algunos quizás no los leía, pero era mi sentir que dejaba plasmado en cada hoja de papel, era mi poesía.
Mi gran satisfacción es, muchas personas se identifican con mis letras, escribo por placer y no por reconocimientos,
es mi arte, es el don que Dios me dio.
Seguiré escribiendo a la vida y al amor mientras viva y respire seguiré soñando,
todo lo que nos rodea es poesía
y la llevo en el corazón.
Angélica Bueno -Honduras-
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