Anoche muy solo en la banca
del parque de mi ciudadela
mirando la viva candela
de una espesa fumada blanca.
Me sentí muy debilitado
pensando que quizá ni existo
o quizá al final me alisto
viendo mi caminar pausado.
Rememorando viejos tiempos
le di otra vez una fumada
pasó mi historia ahumada
vi amores sin contratiempos
Conversé con mi cigarrillo
le conté mis preocupaciones
cosas que creí ablaciones
como termina un cerillo.
Le comenté de mis recuerdos
de mi amor a total entrega
que sin pretender me restriega
que en ti pasaron a ser lerdos.
Recuerdos de lo que vivimos
que hoy ya son cosa juzgada
que no volverán de la nada
sumidos en negros abismos.
Alberto Recalde Romo -Ecuador-
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