ME RESULTAN UN GALIMATÍAS

Me resultan un galimatías
los entresijos del amor.
Se duplica el deseo.
Se triplica el orgullo.
Siempre acabo estampado
en esotérico muro.

Yo que siempre fui ecuánime
a la sensibilidad,
antagónico a la deidad...
Quizás sea por hacerme viejo
que empiezo a razonar,
me embriagan sentimientos nuevos
que no puedo explicar.

Desde lo alto de aquel cerro donde
acudí al entierro, de mi razón,
que ya no entendía de razones,

alcé la vista en busca de horizontes,
vislumbre un lienzo en mi corazón
hecho jirones,
con las luces rojas del crepúsculo,
por el viento rasgadas,
ocultándose tras las montañas.

Es la magia de un idilio.
No hay forma de predecir.
No hay forma de calcular.
Quizás esas condiciones sean lo
mejor del amor, que no se deja dominar,
prefiere la improvisación.

Francisco Piñero