Mi madrugada ya adopta una rutina.
Torturante y esperanzada.
En la actualidad
vacía de ti.
Muchos versos fueron hechos.
En noches oscuras de faros apresurados.
Mal, pero sabía que tú seguías tu camino.
Dejando aquí tanto amor guardado.
Hoy es triste el silencio del sueño.
Dejar ir es mucho más doloroso que el abandono.
Y el arrepentimiento es el peor sentimiento.
Causado por el acto cobarde de seguir solamente el tono del viento.
El amor aspira los sacrificios.
Es necesario en la búsqueda de tu felicidad.
Juré a mí mismo.
Nunca más mis sentimientos sean cobardes.
Demuestre, arriesgue, declare.
Porque la soledad sin carcajada es del débil.
Y al final la vida te regala
un canto triste y opaco.
Poema escrito en Montenegro en la ciudad de Budva.
Che-Bazan -España-
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