Te deseo como ayer, como hoy
y que importa si nos condenan,
si un momento de gloria eterniza
con esos ardientes besos que a diario me das amor fogoso y clandestino,
besos apasionados que me hacen perder la razón por la loca pasión que me provocas,
me llevas al cielo y al infierno a la vez porque eres prohibido.
Eres pecado, yo pecadora
mi cuerpo es tuyo, tu deseo es mío,
hacer el amor contigo es una delicia
tus jadeos, cansancio de gusto y placer
me enloquecen,
deslizo mis manos temblorosas por tu torso, mi intimidad urge saborear tu rico licor, abres los pétalos de mi flor con delicadeza y penetras mi alma despacio
y sin prisa.
Húmedos nuestros labios y lengua entrelazada al vaivén de nuestros cuerpos
bañados de sudor descargas la esencia de la vida en mí,
impregnados de tu perfume y el mío,
quedamos sin fuerzas extasiados de placer tendidos en la cama al saciar nuestra sed de amar.
ANGÉLICA BUENO -HONDURAS-
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