EL MISMO CORAZÓN QUE TÚ NOS DISTE

Me tocó estar ausente el día que decidiste tu partida
fue un día de esos en que Lima se pinta con el gris del invierno
y asoma la garúa que nos olvida de su radiante naturaleza
mientras la carretera corría tú ya te habías ido
yo con tus nietos atravesaba la cordillera
la que tanto amabas con la que siempre soñabas
tú que habías nacido en el desierto
con la camanchaca y las arenas de tu Tarapacá querida
la que nos robaron
la que fue el campo donde tus ancestros
dejaron sus cuerpos
ese desde el cual sus almas volaron al eterno
ese desde el cual viste a tu padre
llevado en andas y filas interminables por los obreros del salitre
que tanto lo querían
y eras muy pequeño
ese donde viste la vileza del ejército chileno
acabar un 21 de diciembre en Santa María de Iquique
a tresmilseiscientos obreros desarmados
y sólo tenías diez años
que quedaron marcados en tus ojos
ése desde el cual regresaste a tu patria querida
para cumplir tu deber de peruano
y enrolarte en las filas de los artistas
con tu entrañable Daniel Hernández tu maestro
es imposible creer lo que sucede cuando uno considera
que su padre es eterno
que siempre estará con nosotros
pero es así y te fuiste para desde allá arriba
nos sigas mirando y tenerte como ejemplo
ya no habrían más miradas al cielo a través de tus lentes
se acabaron los dulces donde la negrita
terminaron tus paseos por la alameda
terminaron tus sueños
que ahora son los sueños nuestros
gracias papá
tú no te has ido
te tenemos siempre entre nosotros
y cada uno
cada uno a su tiempo te acompañará
ahí donde ahora te acompaña mamá
Hernando, Santiago, Diego y Javier
donde nos encontraremos todos un día
con el mismo corazón que tú nos diste

Gonzalo Suárez