domingo, 3 de junio de 2018
ÁRBOL FRUCTUOSO
¡Sabés te comparo
con un árbol!
Eres frondoso,
te saboreo
fruto exquisito,
jugoso, almibarado
y delicioso
al paladar.
Tus brazos me sostienen,
son fuertes, me entrelazo
entre ellos.
Tu raíz profunda
fortalecen nuestro amor,
estremecen cada fibra
de mi ser, eres tan firme
que nada te balancea.
Tu ramada
me cobija
y me calienta.
Tu leña, enciende y
alimenta la hoguera.
Sabes disfrutar cada etapa,
cuando te desprendes
y te despojas de todo "renaces",
luciendo espectacular.
Pero para darte vida
siempre te mantengo húmedo,
para conservarte radiante.
Hay tantos secretos
y misterios en ti,
uno de ellos es que eres
mi medicina,
no necesito de aspirina,
tú me liberas de todo dolor.
Me invitas a transportarme
hasta tus raíces,
para luego elevarme
al cielo.
Eres mi Olivo,
contigo de todo me olvido
reposo en ti.
Tu savia es un rocío
celestial y angélical,
es tu estadía un lugar
paradisíaco.
Tu me proporcionas
plena iluminación
y estabilidad.
F. Janeth Elizarraraz O.
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