En el río de la vida,
a veces,
nadamos ciegos.
Solemos creer en lo que vemos,
en lo superficial,
en las apariencias.
A veces,
nuestros ojos nos engañan,
nos dejamos llevar
por la corriente equivocada.
Vemos aguas claras,
transparentes,
donde no existen,
nadando contra corriente.
A veces,
las apariencias nos engañan,
de sus artimañas se vale
para seducirnos,
para caer en sus trampas.
Pero cuando miramos
con los ojos del alma,
emerge la más pura y
transparente agua,
donde nace la corriente,
donde la verdadera esencia se halla.
Asun Cortes Rodriguez
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