Las palabras consiguen que alguien se vuele las tapas de los sesos
o que coja las curvas a cuatrocientos kilómetros por hora,
que existan mariposas de mil kilos,
y maniquíes drogados con hiperclorato de yumbina
y vacas que caben dentro de maletas de cuero
en forma de ubres dobles.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
No hay comentarios:
Publicar un comentario