martes, 14 de junio de 2016
TAL VEZ ME HAYA ABANDONADO
El agua transparente de la piscina
mojó mis pies, mis piernas,
mi pecho, mi cara, mi pelo,
sin que el molesto picor,
de otras veces, acosara mi cuerpo.
Tal vez me haya abandonado
para siempre y goce del baño
como lo hacía antaño.
Sentir como me cubren
las olas con toda su fuerza
sería realmente impresionante
después de verlas, durante
tantos años, en la distancia.
Sin embargo sigo dudando.
No me atrevo a pasar de la orilla.
Nada me asegura que al contacto
con la sal el picor no regrese.
Quizás espere un año más.
JOSÉ LUIS RUBIO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario