En lo alto de la colina brilla la redonda luna con todo su esplendor
y en el tranquilo valle suspiran las flores cuando las acaricia el tibio sol...
El río manso corre lento pero seguro como un caminante peregrino
para encontrarse con su eterna amante y poder unir sus destinos...
Martirio de los amores incomprendidos que se unen con la naturaleza
fuerzas naturales de la vida que comparten alegrías y tristezas...
Miraré el ocaso, mientras acaricio tu cabello que es parte del paisaje
y cantaré canciones de amor, si tus ojos azules me invitan a besarte...
HÉCTOR RECHE
No hay comentarios:
Publicar un comentario