Siento en mis pies
el tablero irregular de la vereda.
Nervaduras que relucen,
signos de la intemperie hechos para mí.
Allí están los sueños rotos y mi patria verbal.
En el paisaje sin nombre
me veo como la mujer sin sombra:
no puedo parir.
¿Cómo deshacerse en escritura
en esta tierra de nadie?
Del libro "El filo de la grieta" de
Estela Barrenechea -Argentina-
Publicado en el blog elescribidor
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