¿Quién eres tú?
que cabalgas en mis sueños,
en mis recuerdos y en mi historia,
no cesas de seguirme en cada pensamiento.
Te adhieres a mis emociones,
te alimentas de las palpitaciones de mi corazón,
y corres por mis venas,
sin dejar que mire tu rostro.
¡Oh! hermosa presencia de mis tibias lunas,
compañero fiel de mi soledad,
luz brillante de mis oscuras noches,
rayo esperanzador de mis mañanas sin sol.
Tu alegre apariencia activa mi vida,
perfuma el rosal de mi fe espiritual;
en cada suspiro anhelo encontrarte,
mirar tu faz y descansar en paz.
En suaves caricias te entrego mi alma,
abrázala fuerte, no la dejes volar,
porque en rumbos inciertos,
se puede perder y no regresar jamás.
Kathy Aguilar Alvear -Ecuador-
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