Envidia la despierta el lindo. Soy excepción por no tener
carnes para desnudez.
Ellos son objetos brillantes, frivolidad de jardín colgante,
critican exhibición de músculos cerebrales
reflejados en la palabra.
Mejor la embriaguez en las fragancias de las Panaderías,
en las esquinas de un Parque de atracciones, donde,
Ligia da un saltico y cumple Quince.
Alicia tiene Trece y llora.
Ligia es calidad de la trigueña rozagante.
Alicia es ese jazmín altivo, en la bruma desvanecido.
Del Libro TROCITOS DE ELLA EN MÍ de
OMÍLCAR CRUZ RESTREPO -Colombia-
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