De la mano de mi hija.
Me hace una pregunta.
No es muy difícil pienso yo,
si abro los brazos
Puedo saberlo sin temor.
De la mano de mi hija,
escribo sonetos de amor,
con un terrón de azúcar,
la piel de melocotón.
Un juego en las manos
Y un dedo en el corazón.
De la mano.
Un momento
Un bello silencio,
labio, alma, juegos.
Después ..¡qué se yo!
ISABEL REZMO -Úbeda-
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