A veces
un fulgor me hace libre
es un momento de ilusión
tan perentorio
que se come a si mismo
o tanto es el error
que encandilarse alcanza
pero
yo nunca fui capaz de perdonar
o abreviar en la fe
mas bien golpeo
mil veces sobre la misma piedra
y no hay quien me convenza
de que no va a gritar
pero
desde un tiempo a esta parte
llega la voz del altruismo
un discurso sumido en la vulgaridad
que al cuerpo
ya no le da descanso
cuchillería nueva a estas alturas
mis amigas
lo llaman madurez
LAURA YASÁN (Ciudad Autónoma de Buenos Aires-Argentina)
Publicado en Gaceta Virtual 114
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