lunes, 13 de junio de 2016

CADA VEZ QUE ME MIRABA AL ESPEJO


Cada vez que me miraba al espejo
me veía más ajado y más viejo.
Pues entonces puse el espejo por el revés y
pegué una foto mía de cuando tenía 30 años...
de pie y de cuerpo entero, de mi tamaño y talla
para cuando mirara al espejo verme de joven
bigotes negros, tersa tez y bien peinado,
de mejor fachenda y facha.
Un día que salí a la calle, desorbitados los ojos
mis vecinas me miraban y remiraban
me rodeaban y me rondaban
y hasta en coro, al unísono, me llamaron Supermán.
Y yo orondo y sacando el pecho,
pregunté a mi esposa al respecto,
que si en apariencia y en aspecto
había mejorado tanto como para el caso.
Ella sonriente y burlona
me dijo que no era ni por la cara
ni por el cuerpo, que era por el espejo.
Como no miraba mi verdadero reflejo,
salí vestido de ropa azul, zapatos negros,
y unos interiores de intenso color rojo
encima del pantalón me había puesto.

Angel Ignacio Chacón Aquino

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