En la inmensidad de la mar
navegantes no hay caminos
se trazan al navegar.
En la existencia, sus destinos
tampoco los encontrarán,
por eso cual peregrinos
de azaroso caminar,
en la ruta deben confiar
que los vientos marcarán.
Como osados aventureros
seguros se deben guiar,
para encontrar los senderos,
sin miedos y sin dudar,
por las señales de los cielos.
Encontrarán el consuelo
a su arraigada tristeza
si crédulos se dejan guiar,
con convencida certeza,
por la estrella del amar.
Josué Morales -México-
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