La exquisitez de tu voz
me ha llegado de sorpresa,
haciendo que su belleza
es bendecida por Dios,
me ha hecho volar en pos
de una nube de ensueños,
en sentimientos alagüeños
que me aproximan a ti,
desde el día en que te vi
y que quise ser tu dueño.
Esa voz maravillosa
es tintinear de campanas,
es rocío en las mañanas
en pétalos de una rosa.
Hace a mi alma dichosa
porque la puedo tener,
eres sin dudas mujer
quien a mí, me das vida,
y esa voz me convida
para tu cuerpo tener.
Nunca quisiera tener
la ausencia de esa melodía,
que hace que el alma mía
ya no vuelva a perecer,
tampoco desfallecer
en tu conquista anhelada,
porque se encuentra gravada
en mi pobre corazón,
me hace perder la razón
cuando por mi, es escuchada.
ROBERTO BATISTA PARGAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario