lunes, 29 de diciembre de 2014
EN LA BODEGA
En el encierro más solemne,
indolente penumbra sin luz,
un sudario aterciopelado
impregna el camino misterioso
donde el aire es la pura esencia.
Tornando el fermento en glorioso,
remembranza para renacer
a la vida de una nueva eclosión.
Guarda los secretos apenas percibidos
hasta el último beso, o embriaguez postrera
donde la memoria acude, y ordena un halago
por la tierra que dio origen a su creación.
Mayte Andrade -Benicarló - Castellón-
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