Me miras, y te observo; mas ignoro
si vendrás hacia mí, o en tu callado,
visual lenguaje, habré sido invitado
al mismo avance que al mirar imploro.
¿Hasta dónde tu oferta, o tu decoro?
¿Está, quizá, tu acceso limitado?
¿Qué tramo hay de admitido a desdeñado,
y cómo progresar sin deterioro?
¿Te asustaré, tal vez, si me abalanzo?
Y si hacia ti en morosidad avanzo,
¿lo considerarás apocamiento?
Tal arsenal de tácticas y argucias,
e ignoro si me frenas o me acucias.
Clarifica, mujer, tu propio intento.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -In memoriam-
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