lunes, 5 de mayo de 2014
INQUIETUD
Asume los controles de la mente,
limitando su intrínseco ejercicio,
maligno duende, cuyo sólo oficio
radica en sombrear lo transparente.
Me infunde dudas, cuando no me miente,
y en su zigzag de acoso subrepticio
sabe adentrarse por cualquier resquicio
que pueda darle acceso al subconsciente.
En tal punto y lugar me desafía,
torna la incertidumbre toda mía,
y maniata propósito y razón.
Su negatividad desarticula
mi aptitud de pensar, y manipula
toda mi facultad de decisión.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -In memoriam-
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