El Sinsonte canta entre la pradera
su profundo y tenue agradecimiento.
Resalta con su intenso sentimiento
y atrevido el trino, alegra la espera.
Notas que aspergen transparente calma
llenas de luz, sano convencimiento
retozan sin ningún remordimiento
vibrando entre cada agradecida alma.
Reverdecer del monte enardecido
obviando cada requiebro a ultranza
ofrendando su mayor colorido.
Se aviva la persistente esperanza
del infalible corazón dormido
el que agradece, recibe bonanza.
ROLANDO BLANCO PASCUAL
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