viernes, 2 de mayo de 2014

EL CIEGO


A lo mejor es Dios –cualquiera sabe–
el faro que tus sombras ilumina
en esta singladura; la retina
por la que el puerto ves desde tu nave.

A lo mejor es Dios tu propia llave
de la vida, que libra tu sentina
de su carga de niebla y de rutina
y desencanto. Aunque la duda cabe.

A lo mejor es Dios o tu conciencia
el cabo con que amarras la existencia
cuando, ya inevitable el hundimiento

en las oscuras aguas de la umbría,
dejando como un sueño lejanía,
navegas sin timón y a contraviento.

Del libro “NÁUFRAGOS” de Víctor Jiménez Guerrero -Sevilla-
2º Premio, XIV Certamen de Poesía Searus, 1991


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