domingo, 18 de agosto de 2013

LOS DIOSES NO USAN CINTURÓN CUANDO VIAJAN POR EL TIEMPO

Cuando supe que los dioses podían surcar los eones quise ser un dios. Mi único deseo en la vida era conocer otras eras y, sobre todo, sentir la náusea de atravesar las barreras de los siglos como se atraviesa un campo de heno en un cálido día de primavera.
Nunca pensé sin embargo que fuese tan difícil ser un dios. Nunca imaginé que hubiese tanta burocracia en el Olimpo. Engorrosas formas y cuantiosos papeles tan solo para ser recibido por Hermes. Se supone que es él quien te deriva al departamento correspondiente.
─Falta el seguro o tendrá que trabajar en las oficinas olímpicas atendiendo los pedidos de los mortales.
─¡No!, quiero hacer prodigios, seducir doncellas y procrear semidioses.
─Esa vida era antes, ahora hay una montaña de reclamos de paternidad y pensión alimenticia. Pregúntele a Zeus cuanto gasta en manutención. Ahora los recreos son de películas y tortas fritas.

Esteban Moscarda y Guillermo Vidal -Argentina-
Publicado en la revista Ficciones Argentinas

No hay comentarios:

Publicar un comentario