El futuro es una libreta artesanal en blanco que te regalan un lunes cualquiera en un coche cualquiera. Una noche entre semana, con olor a hasta luego, tachando adioses y marcando nostalgias. El futuro está por escribir, un puñado de hojas vacías por rellenar con el día a día. No sabes lo que será, mejor no plantearlo. Dejarse llevar. No puedes vaticinar ni adelantarte. Pero confeccionar una lista de tareas pendientes, que sólo ocupen un par de páginas -cinco tal vez- no es autoengaño, es dar un tímido guiño a lo improbable. Lo improbable ha ocurrido tantas veces. Por qué no. Aun así queda libreta para seguir escribiendo y escribiendo. El futuro es ilusión si el presente es cimiento y seguridad. El acierto está en llenar el pasado de participios, el presente de gerundios y futuro de prudentes condicionales, ¿y si...?
Pasado pisado, presente viviendo, futuro...
Si le das tiempor, el futuro hablará, e irá tachando esas tareas pendientes.
Eugenio Manuel Fernández Aguilar
Publicado en el blog lasdoceylluvia
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