Su santo y seña, mi vida y mi cordura.
Su espíritu y su Dios sobre mi espalda.
Su llanto y su veneno, mi condena
y aquel delirio, fugaz, en madrugada.
Aunque sigan callando tantas voces
sabré salir, de frente, a la tormenta.
Tu adiós hablará de mi locura
cuando el sol salga, fugaz, de madrugada.
Gonzalo Salesky
Publicado en la revista Nevando en la Guinea 33
Artículo en la revista digital Teoría Ómicron
Hace 1 hora
No hay comentarios:
Publicar un comentario