lunes, 9 de julio de 2012

RENACIMIENTO

Voy a quebrar los lúgubres candados
con que blindé mi espíritu vencido,
silenciar la trastienda del gemido,
recuperar el plan de mis cuidados.

Nuevos propósitos serán forjados
a base de oro y fuego, y un olvido
de acerado rigor será fundido
para labrar mis campos. Mis arados

abrirán nuevos surcos, nuevo trigo
en ellos brotará, sin que enemigo
vuelva a sembrar cizaña en esa mies.

Ah, mi heredad, abandonada, yerta;
hoy resucitarás, tras estar muerta,
o acarrear la vida del revés.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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