De entre tu boca de rosas, emerge
tu perfumado y dulce aliento, llama viva
que queriendo me cautiva
toda mi pasión por amarte
en este instante inspirando mi poesía.
Voy a cumplir con la quimera
de amarte toda la vida
entre tu dicha y mi alegría
para que pronto olvides tu tristeza
de este amor que ya empieza
a brotar del alma mía.
Tómame las manos mi amada
y vivamos en su calor, juntos este milagro
de que te quiera siempre mía.
En el silencio de mi mirada
cautivada entre mis ojos y tu asombro
entre la tarde que se aquieta
hasta el sutil murmullo de la madrugada.
Manuel F. Romero Mazziotti -Argentina-
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