domingo, 11 de noviembre de 2018

NANA


Duerme corazón de amor coqueto
y sueña sabiendo,
que tú eres quien quiero,
deja que los ángeles
compartan sus celos
y habiten en todo tu dulce sueño
como el caramelo
que se deshace en besos
y copitos de nieve entre tus dedos.

Duerme corazón mío
con la sonrisa del querubín
que se ha dormido
en nubes de azúcar fundido,
cierra sin miedo tus inocentes ojitos
porque hoy me quedaré contigo
para acurrucarnos los dos juntitos.

Duerme donde duermen las hadas
que están amparando tu morada
con un amor
que no necesita palabras,
y deja que disfruten mientras descansas
a través de las lucecitas blancas
que asoman desde debajo de tu cama.

Y duerme, para que descansen
aunque sea un momento, tus padres
que no pueden dejar de amarte
ni mucho menos, dejar de mirarte
ocultos en el papel de las paredes
en que tanto cariño engendraste
con tu sonrisa de tunante,
duerme feliz al calor de tu madre
y torna a los latidos de antes
que eran besos para esperarte...
aunque lo sepa, pero no lo sabe
porque te quiere...
con un amor inquebrantable.

Luis Maria Saiz Laso

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