Ofrezco mi cansancio a la cálida noche,
me invade la memoria del día,
se tiende la conciencia y juzga,
desde niño me acompaña el bien y el mal,
encomiendo mi alma ante Dios.
Diario puedo ser vil soldado romano
o un buen samaritano,
barro imperfecto
bondadoso o cruel,
pecador por siempre.
Cada día habrá luz y oscuridad,
no soy nada mas que nadie,
un punto en la tierra
un granito en la arena
un hijo pródigo de Dios.
Ramiro Peñalba Pinell -Nicaragua-
No hay comentarios:
Publicar un comentario