jueves, 7 de julio de 2016

NADA


La nada se sostiene por dentro
desde el oscuro día en que llegó
para quedarse
Aquel día, miró de igual a igual
y al decir la aspereza de su voz:
“Somos nada, destrózate los huesos”
se estableció la hora del vacío.
pensar en nada
creer en nada
no hacer, nada
Toc, toc, toc…
Ahora es nadie quien golpea la puerta

María Isabel Farrán León -Chile-
Publicado en La Biblioteca


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