Los gatos huían por los tejados,
las lagartijas ondeaban sus rabos,
las golondrinas eran aviones negros,
los perros presentaban sus respetos
aullando a la luna.
Eran pellizcos en la noche
de la huella de los recuerdos.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
No hay comentarios:
Publicar un comentario