Ella sonreía, y esa sola expresión me colmaba de felicidad.
ella levantaba sus manos y jugaba con las aves,
o tal vez, las aves acariciaban sus manos.
Ella sonreía, y sus mejillas eran dos melocotones de paz
y su cuerpo una metáfora.
Visualicé su mentón y quedé anclado en su ombligo
apoyé en su hombro mis pensamientos.
Me subyugó su frescura.
Ella sonreía y el mundo entero dejaba de ser una contienda
ella sonreía y las aves en sinfonía magistral danzaban en vuelo.
Anidé en su figura, en su sonrisa, en su belleza
el fondo estelar de la noche pintaba un cuadro de sensaciones
porque ella sonreía y sus manos diseñaban en el espacio como aves.
La noche dejaba de ser sólo la noche
el aire era un beso de terciopelo azul, soñado.
Me embriagué de belleza, de amor, de noche y estrellas
Sólo porque ella sonreía.
BELKYS SORBELLINI (Santa Fe-Santa Fe-Argentina)
Publicado en Gaceta Virtual 115
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