HITO
Si pasas por aquí
no olvides aquel verso
que yo escribí en un pétalo
de rosa moribunda:
“Te querré eternamente,
porque tú eternamente serás rosa”.
FANTASÍA
A punto estaba yo de derrumbarme
cuando un súbito soplo de aire fresco y puro
acarició mis sienes. Respiré hondamente
y sentí que volaba, pues fue como si Dios
me hablara suavemente al oído.
El aire, cuando uno es consciente
de lo que es el aire, sabe divinamente a Dios,
aunque Dios no es el aire, como Dios no es el agua
y el agua sabe a Dios y, aunque tú no eres Dios,
tú me sabes a Dios, cuando me miras tú
con tus ojos de niña, eternamente niña inocente
y por siempre y desde siempre niña enamorada.
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