Como eco en tu silencio
resoplo y vuelo en hálitos celestes
hacia ti los dirijo y a mí contigo vuelven.
Latidos de corazón ardiente
transparente felicidad como nube
traspasada por las rayos del sol naciente.
Como mosca cojonera llegan los lamentos,
parapeto en el tiempo lleno de arcos
sin fundamento, como ojos negros acechan
nuestros encuentros poniendo distancia entre ellos.
Sin aparente fuerza van creciendo,
vuelan y vuelan cada día y siempre jodiendo…
La persiguen olas pero siempre escapa con su vuelo,
se posa en una colilla y un pie le cae de lleno
pero con sus seis patas escapa de morir en el intento.
El aire la empuja y la lleva lejos
mas el verano la devuelve para que siga jodiendo…
Persistencia la suya que nos persigue y machaca
hasta los adentros, con sus ojos saltones y sus élitros.
Enamorada insistente juega a robar nuestros momentos.
Yo llorar quisiera si con ello olvidara sus deseos.
Se frota las patas para atacarnos en sueños...
En toda vida hay alguna que otra mosca jodiendo…
Como rebaños caminamos en manada, cosas del miedo,
Si consigues hacerlo solo serás como el rey león
que hasta las moscas le tienen miedo…
Lola Wizner
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