Un día cayó en mis manos, un libro refranero,
donde yo pude leer, algún término certero.
“La vida es un cebolla, que se pela llorando”.
Y yo, me quedo pensando...
¡Es cierto, tiene razón!, pero mi ser se revela,
yo considero la vida, como a una coctelera.
Ella remueve con sus giros, en este mi planeta, tierra.
que hace un cóctel bien batido, de sabores variados,
Sabor, dulce de ilusiones, sabor, salado y amargo.
La vida cual coctelera,
remueve nuestras vivencias, al compás risas y llantos,
tristezas y emociones que son las que suavizan,
nuestras penas y dolores.
Desde el día que nacemos, empieza la lucha intensa
y debemos aprender a, recoger experiencias
que luego nos harán ver, donde está la diferencia.
María Ángeles López.
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