Julen, cuando salgas de ese negro pozo,
que no sabemos, si vivo o muerto,
regateándole tu corazón tierno de niño
a la oscuridad y a las tinieblas...
pero tienes que luchar, porque hay muchos ojos
perdidos que vagan por el azul del cielo,
rogándole al supremo que vuelvas
como te fuiste... a los brazos vacíos de tus padres.
Tirando de la oscura noche el hilo a plomo
que se enreda en tu frente;
llamando a la puerta del corazón del pájaro
que anida en el cielo, por su nombre: -Jesús-.
Yo que le pido por ti al mismo Dios que tú,
he visto tu tierna alma rogarle al creador
que te devuelva, -él que si puede-
sano y salvo al calor de los brazos de tus padres...
Aclimatándote, para sobrevivir a esa oscura grieta...
o tus labios de ópalo silvestre,
a la noche ultramarina de las profundidades,
porque sabes que en este mundo terrenal
todos pedimos por ti, y tus padres te esperan.
Sobre tantos corazones pulverizados
que hay en Totalán y España entera,
sobre ese espacio vacío que dejas,
si no vuelves sano y salvo: ¡Un último esfuerzo, Julen!
contra la noche violeta...
RAFAEL CHACÓN MARTEL
No hay comentarios:
Publicar un comentario