Hoy, llegó hasta mí la nostalgia; encontré un sobre en mi cajón. Contenía tu última carta. Se agolparon todos los viejos recuerdos y lloré pensando en ti. Nuestra separación es lo más duro que me tocó vivir; ¿Pero sabes? Aunque tu ausencia estruja mi corazón llenándolo de espinas no desisto de volver a verte pronto.
Me haces mucha falta. La distancia hace mella en mí. Me estremezco cada vez que pienso en aquellos días en que vivíamos juntos; aún siento como se eriza mi piel al notar tu aliento. Ahora vuelan mariposas frías sobre mis sábanas antes fecundas; suelo oírte rondar cerca de mi casa y creo sentir tus pasos en mi alcoba.
No sientas celos; nadie podrá sustituir tus caricias. Mi compañía, es momentánea. Sé que me queda un largo camino por recorrer, pero he llenado mis bolsillos de quimeras cosidas a los sueños rotos; viviendo mientras espero, saciando mi sed con tu silencio.
Tras tu viaje entre cruces y cipreses, me he vuelto más etérea para poder visitarte entre las coronas de flores; la desolada brisa de la tarde me trae tu voz mientras deposito sobre tu tumba aquel ramillete que dejaste al descuido en mi ventana.
Esto no es una despedida. ¡Hasta pronto amor! Susurro; mientras de mis muñecas brotan rosas rojas. Ya llego...
Fdo:
Tu amor eterno.
Loly Soler.
No hay comentarios:
Publicar un comentario