SUSURRO DEL VIENTO que avisa a detenerme a pensar,
Que en la vida no hay otra cosa que hacer:
Amar,
Sufrir,
Llorar,
Luchar…
Pienso…
Sacudo los recuerdos ignotos,
Los acordados, los extrañados.
¿Cuánto he amado?
¿Cuánto he llorado?
Todo es por vivir,
Del único amor de los que -quien sabe cuántos- uno se acuerda.
He querido desbordadamente,
He llorado mis letanías de soledad.
En el asunto del amor no me quejo.
Solo hace falta que mis pies sean insostenibles.
Todo es por vivir.
Cabalgo desde el tiempo en que nací,
Concluyo cavilando y reflexionando:
“Es corto y poco lo que he vivido,
Son senderos los instantes tras de mí.”
Todo lo que hice fue por vivir.
Ahora, que no soy joven,
Camina frente de mí burlonamente
La idea apresurada que he de extrañar siempre,
Esta vida, este amor, este llanto y esta lucha.
Allá cuando la mano helada,
Me cubra con su sereno,
Me envuelva con su manto.
Burlonamente,
Me llevará la muerte.
Misael García Consuegra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario