Leyendas escritas por duendes de amores
relatan la historia de una noche mágica,
durante nuestra vida, que jamás se olvida...
Hallábase vestida de blanco la luna
las estrellas decoraban el negro firmamento
mientras la mar era los acordes de un vals...
Rodeaba con mis brazos su cuerpo
lentamente jugábamos a ese juego,
indescriptible, denominado amor...
Ella me enamoró al primer segundo
de verla...
Ella me encandiló con el aroma del perfume de su piel...
Ella se hizo lo único para mí cuando
me dio su mano por primera vez...
A ella la besé...
Blanca estaba la luna, valses de estrellas,
en una noche mágica, siempre ella...
Francisco Javier Díaz Aguilera
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